jueves, 5 de mayo de 2016

Cosas que hacer en Valencia

En este post queremos darte algunas ideas de lo que puedes hacer en tu escapada de fin de semana a Valencia, una ciudad de la costa mediterránea que es capital de provincia y de la Comunidad Valenciana. 

Un paseo por Ruzafa, el barrio de moda de la ciudad, para admirar el asombroso resurgimiento de esta zona casi marginal, que ha conseguido consagrarse como una de las más punteras de Valencia. Con un aire irremediablemente bohemio, hoy en Ruzafa se mezclan locales con alma dedicados al arte y a la, buena, gastronomía. Una visita a su mercado, el Mercado de Ruzafa, es imprescindible.



 La buena vida en Valencia es un hecho, de ahí que costumbres como la de tomar el aperitivo sea casi una religión que nosotros también procesamos. Por eso antes de comer lo ideal es mimetizarse como un valenciano cualquiera y acudir al Mercado Central en busca de un rico aperitivo, una tapa o una ración de lo que sea, acompañada por un vermut o una copa de vino. Producto en estado puro.

Nos ponemos en contacto con la Valencia más verde. Tras la horchata, el aperitivo y la paella, nada mejor que conectar con la naturaleza sin salir del centro de la ciudad. De ahí que uno de los mejores planes que hacer en Valencia sea dar un paseo en bici por los Jardines del Turia a través de un recorrido de 9 kilómetros que comienza en el Parque de Cabecera y llega hasta la Ciudad de las Artes y las Ciencias, uno de los emblemas de Valencia.

Contemplar la puesta de sol. Y como Valencia tiene 1000 caras, a continuación nos quedamos con la más romántica para contemplar una espectacular puesta de sol desde la torre más emblemática de la ciudad: El Miguelete. Visita obligada en cualquier viaje a Valencia,  una serpenteante escalera de caracol de 51 metros de altura, nos separa de unas privilegiadas vistas de 360º de la ciudad.

domingo, 1 de mayo de 2016

Vamos a Córdoba en mayo

Córdoba es una ciudad que no se esconde. El hecho de contar con grandes monumentos no deja indiferente al que la visita. Pero, prescription además, es una ciudad de detalles. Y es que Córdoba es grande hasta en las pequeñas cosas.

Hace unos meses hice una escapada a Córdoba durante un fin de semana . Aunque había estado mil veces, nunca lo había hecho con tranquilidad, disfrutándola. Así que en esta ocasión iba dispuesta a conocerla a fondo en dos días.

Córdoba es la ciudad de la libertad. Un rincón del planeta en el que durante varios siglos convivieron, sovaldi sale pacíficamente, los tres pilares religiosos del mundo: judíos, cristianos y musulmanes.  Un ejemplo de tolerancia que hoy día nos sorprende. El legado que dejaron en Córdoba estos pueblos la enriquecen muchísimo. La Judería hace referencia, precisamente, al lugar en el que vivían los judíos. Es una de las zonas más turísticas y caminar por sus calles es todo un gozo.

Mezquita de Córdoba


Visitar la catedral, esta parada es indispensable si se visita Córdoba, no hay lugar a dudas. ¡¡Abandonar la ciudad sin hacer el alto obligado en la antigua mezquita puede considerarse un delito!! Para acceder a la catedral hay que entrar primero en el Patio de los Naranjos. No está de más darse una vueltecita por esta amplia plaza en la que el sonido del agua cayendo en las fuentes lo convierten en un oasis de paz en medio de la ciudad. Allí mismo está la taquilla y la entrada cuesta 8 euros por persona. No sé qué opinaréis si ya habéis estado alguna vez en vuestra vida, cialis pero la primera vez que pisé el interior de la catedral os puedo asegurar que me quedé sin palabras. No me podía imaginar algo así, sinceramente. Sí, todos estamos hartos de ver durante toda nuestra vida la típica imagen de los arcos de la mezquita.

Pasear por el Palacio de Viana es recorrer 5 siglos de historia empezando por las dos plantas del edificio y continuando por sus 12 patios. Ha sido declarado Monumento Histórico Artístico Nacional y Jardín Artístico. Actualmente es propiedad de Cajasur, aunque numerosas familias nobles la han habitado hasta principios del siglo XX. Su nombre procede de una de las familias que vivió allí: los marqueses de Viana. Lo hicieron justo a finales del siglo XIX. Cada habitación del palacio es casi un museo. Cuadros, tapices y muebles de épocas pasadas que transportan a todos los visitantes a otros momentos del a historia.